Últimamente uno de los temas de los que más oímos hablar es el cambio climático y, a consecuencia de este, lo peligroso que el sol puede ser para nuestra piel.

Sabemos que la radiación solar puede producir quemaduras y más a largo plazo, manchas, arrugas e incluso cáncer de piel, por eso es muy importante prevenirlo, protegiéndonos como es debido. Pero, ¿nos ponemos la protección solar adecuada? ¿y la cantidad necesaria? ¿conocemos los tipos de filtros solares y las diferentes texturas que existen para que nos sea agradable su aplicación y no se nos olvide reaplicarla cada 2 o 3 horas? Intentamos resolver estas dudas a continuación.

La radiación y los filtros solares.

En ocasiones observamos una gran diferencia de precio entre los solares del supermercado y los de la farmacia, lo que nos hace dudar de su eficacia. Y es que no todos los filtros son iguales ni protegen del mismo modo.

Algo importante a tener en cuenta es el factor de protección solar (SPF) que aparece en el envase, que nos indica el grado de protección frente a los rayos UVB, sin embargo los solares no siempre contienen el factor necesario para protegernos adecuadamente frente a los UVA, que son los principales causantes de las quemaduras (para que cumpla la normativa, la palabra UVA debe estar rodeada con un círculo). Existen tres tipos de filtros:

#1. Físicos

Son los conocidos como filtros minerales o de pantalla total. Son los recomendados para niños, bebés y para personas con pieles muy sensibles o intolerantes, así como para los que tienen alergia a otros filtros. Suelen ser más difíciles de extender y en ocasiones tienen un acabado blanquecino, aunque ya existen fotoprotectores con acabado invisible, como Fusion Fluid Mineral de Isdin.

#2. Químicos

Son los más habituales y los que se utilizan por la mayor parte de la población. Con ellos se consiguen mejores texturas que permiten aplicar el protector con más facilidad y hacerlo más agradable. Incluso con color para uniformizar el tono de tu piel.

#3. Biológicos

Son los más novedosos y además de ayudarnos contra los rayos del sol, actúan contra el envejecimiento de la piel protegiéndola de los radicales libres. En ocasiones, se encuentran filtros biológicos, elaborados a base de vitaminas y antioxidantes, combinados con filtros químicos para lograr un producto de la más alta calidad.

Las texturas de las cremas solares

Podemos encontrar diferentes texturas dentro de las cremas solares más vendidas. Aunque se pueden clasificar de muchas maneras y en los envases vemos diversas denominaciones, realmente todas ellas se podrían englobar dentro de estas cuatro texturas:

#1. Fluidas

Son perfectas para todo tipo de pieles y se absorben muy rápido. Es la textura más utilizada y la más aconsejada para deportistas.

#2. Acabado seco/oil free

Lo indican en su envase y son las que están especialmente pensadas para las pieles grasas. Tienen un acabado mate que evita los brillos excesivos y algunas de ellas no contienen aceites.

#3. Cremosas

Son  más confortables y están pensadas para las pieles secas. Se trata de la textura en crema que conocemos de siempre.

#4. Spray

Pensadas para facilitar la aplicación tanto en adultos como en niños. La piel lo absorbe prácticamente al instante y algunos son eficaces incluso sobre piel mojada. Algunos ni siquiera tienen que extenderse aunque hay que asegurarse de cubrirnos toda la piel.

#5. Compacto

Existen protectores solares compactos con color que cubren como un maquillaje y también polvos en formato brocha, que matifican y al no aportar color, son ideales para reponer la protección solar, incluso sobre el maquillaje.

¿Qué cantidad de crema debo aplicar?

Respecto a la cantidad de crema solar necesaria para que sea efectiva, se recomienda aplicar 2 mg por cada centímetro de piel. Es un poco difícil de calcular, si hablamos de miligramos, así que os aconsejamos ser generosos y extender correctamente el fotoprotector.

Además, los filtros comienzan a funcionar a la media hora de aplicarlos, por lo que es muy recomendable ponerse la crema solar al salir de casa y no al llegar a la playa, ya que estaría comenzando a hacer efecto y, durante los primeros minutos de sol, estaríamos totalmente desprotegidos.

¿Qué debo elegir para mi caso en particular?

Existen diferentes necesidades y distintos tipos de piel. Por lo que hemos agrupado los más importantes y habituales para recomendar un tipo de filtro solar para cada uno de estos casos.

#1. Manchas e hidratación

Si tu máxima preocupación son las manchas, existen protectores específicos para prevenirlas. Por ejemplo, el fotoprotector 100 de ISDIN contiene ácido hialurónico especialmente diseñado para la regeneración de la piel, así como otros componentes creados para unificar el tono de la piel y suavizar las manchas. Es es el caso también de los protectores solares de nuxe que no solo previenen las manchas, sino que contienen elementos hidratantes y protectores celulares anti edad.

#2. Pieles muy blancas

Las pieles muy blancas son extremadamente sensibles, por lo que se debe de utilizar un factor de protección muy alto con factor 50.

#3. Pieles bronceadas

Ahora sabemos que el tener la piel bronceada no significa que podamos dejar de usar un protector solar, pero sí que podemos reducir su factor de protección quedándonos en los de un nivel 30. No es recomendable acudir a la playa con un factor de protección más bajo, aunque sí podemos usar cremas faciales para el día a día con un factor un poco inferior sin peligro de quemarnos la piel.

#4. Bebés y pieles atópicas

Deben de usar filtros físicos que les protejan totalmente del sol. No es recomendable exponer a un bebé al sol pero sí ponerles una crema protectora para que queden protegidos y no se quemen la piel cuando se les expone indirectamente al sol. Es conveniente escoger una crema especialmente formulada para ellos como la crema para bebés de Apivita o la crema para niños y pieles sensibles de Apivita. Y si el problema está en que les pican los ojos, Fusion water pediatrics es tu solución.

Ahora ya sabes algo más sobre filtros solares y las texturas de las cremas. Así, podrás escoger las más adecuadas para ti este verano y proteger tu piel de los efectos perjudiciales del sol.